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Cómo lograr todo lo que deseo en la vida

Cómo lograr mis metas en el 2025

Durante estos días, me fuí de vacaciones a un hermoso terreno familiar, son cerca de 10.000 Mts cuadrados de naturaleza pura, serpientes (sí venenosas) y toda la magia de las formas de vida que puedas imaginar (no, tigres no hay).

Inicialmente pensé titular este artículo como: “Lo que 10,000 m² de naturaleza me enseñaron”, pero opté por algo más práctico y directo.

Aquí compartiré una estructura que aprendí en este escenario, una estructura que te permitirá alcanzar tus metas para 2025 y más allá.

La forma correcta de plantear metas

Asumo que habrás leído muchos artículos sobre “Cómo lograr mis metas en el año…” y sí, cada inicio de año volvemos a redactar los mismos post sobre cómo plantear metas y siguen siendo inútiles.

La metas SMART no sirven, nunca sirvieron y nunca servirán...

La mejor estructura para alcanzar mis metas

Quiero que te imagines una meta para este próximo año 2025, ya sea personal o laboral.

Mis clientes usualmente me sueltan esta:

Cómo aumentar mis ventas en el 2025

El error de la forma tradicional de plantear metas, es que se enfoca en el resultado, algo que no es en realidad medible, como lo plantea el modelo SMART.

¿Porqué no es medible?

Sigue leyendo hasta el final y lo descubrirás…

La estructura ADECUADA para lograr tus metas este 2025 (y el resto de tu vida)

Añade aquí tu texto de cabecera

Cuando nos ponemos una meta como “Aumentar las ventas en el 2025” el error está en el planteamiento, desde ahí, el planeamiento será confuso y esa es la razón por la que las metas SMART no funcionan, digo, al menos, la forma común de explicarlas y utilizarlas.

“Aumentar las ventas en el 2025” es un resultado, no una acción, desde esa meta, no tienes el control sobre lo que HACES cada día para alcanzar ese objetivo.

Entonces, lo que has aprendido como METAS carece de la estructura más importante, el plan de acción, lo que puedes medir y ajustar cada día.

Te explico la estructura:

Debes de plantearte metas, sí. Ese es el primer paso, conocer lo que deseo lograr en el futuro, hacia donde deseo llegar, cuál es el resultado deseado.

Lo que realmente falla, es no contar con una estructura que te permita alcanzar ese resultado.

En adelante, voy a referirme a las metas, como EL RESULTADO FINAL, eso que deseo alcanzar, mi destino soñado.

Teniendo claro el resultado final, por ejemplo “Aumentar las ventas en el 2025” viene la parte más importante, la que usualmente falla, el plan de acción, las acciones a realizar cada día.

Ese plan de acción, está compuesto de objetivos:

El OBJETIVO es aquello que debo de lograr cada día, por ejemplo, para alcanzar el resultado anterior (mejorar las ventas) mi OBJETIVO debe de ser HACER algo cada día.

Ejemplo:

Resultado final: Aumentar las ventas

Posibles objetivos:

  • Ofrecer mi producto a cada cliente que llega a mi negocio
  • Crear una promoción exitosa cada mes
  • Ofrecer opciones para agrandar la venta (upselling) en cada transacción
 
¿Lo entiendes, verdad?
 

Los objetivos son acciones, tangibles, concretas, medibles, que tienen como elemento mínimo de medida, un sí o un no, no hay otra opción.

  • ¿Ofrecí mi producto? Sí o no
  • ¿Hice una promoción exitosa este mes? Sí o no
  • ¿Ofrecí opciones de upselling? sí o no
 
Entonces, la forma simple de esto sería:
  • ¿Hice lo que debía (cumplí mi objetivo)? sí o no
 

Este método, tiene 3 elementos fundamentales:

  1. Objetivos
  2. Ejecución
  3. Resultados
 
Aquí es importante que notes, que en la estructura anterior, menciono nuevamente la palabra RESULTADOS pero, no utilizo el descriptivo FINAL.
 
Los resultados de tus objetivos, no son el resultado final (la meta, el punto de llegada), son el resultado de las acciones planteadas para llegar al resultado final.
 
Los objetivos (acciones concretas) deben de llevarse a la ejecución (desarrollo de la acción) y los resultados (buenos o malos) serán el fruto de la ejecución de tus objetivos.
 
Es importante aclarar lo anterior, para que no te confundas a la hora de realizar tus evaluaciones.
 
Repasemos:
 

Paso 1: Define el Resultado Final

El resultado final es aquello que deseas alcanzar, tu destino soñado. Por ejemplo: “Aumentar las ventas en 2025”.

 

Paso 2: Establece Objetivos Claros

Los objetivos son acciones específicas y medibles que puedes realizar cada día. A diferencia del resultado final, los objetivos son tangibles y controlables.

Ejemplo:

  • Resultado Final: Aumentar las ventas en 2025.

  • Objetivos:

    • Ofrecer mi producto a cada cliente que visite mi negocio.

    • Crear una promoción exitosa cada mes.

    • Implementar estrategias de upselling en cada transacción.

 

Paso 3: Ejecución y Evaluación

Cada objetivo debe responder a una pregunta simple: ¿Se cumplió o no?

Ejemplo:

  • Objetivo: Ofrecer mi producto a cada cliente.

  • Ejecución: ¿Lo hice hoy? Sí o no.

  • Resultado: El cliente compró o no compró el producto.

De este modo, puedes evaluar tu progreso constantemente y realizar ajustes si es necesario.

Las métricas de evaluación:

Los únicos elementos a evaluar son:

  1. El objetivo (la acción a realizar)
  2. La ejecución (se hace o no)
  3. El resultado (efectivo o ineficiente)
 

Las métricas de evaluación deben de ir acorde a la realización de los objetivos y luego a los resultados. Esto es, primero iremos evaluando la ejecución de los objetivos y luego el resultado obtenido.

Estas preguntas te ayudarán a evaluar la ejecución y el resultado obtenido:

  • ¿Estoy logrando la ejecución adecuada cada día (o fracción de tiempo requerido)?
  • ¿Estoy logrando el resultado requerido en cada ejecución?
  • ¿Debo ajustar algo para obtener una mejor ejecución / resultado?
  • ¿Qué puedo ajustar hoy para mejorar mi ejecución / resultado?
  • ¿Estoy en la capacidad de aumentar mi objetivo?
 
Con estas preguntas podrás evaluar la ejecución y los resultados obtenidos de forma simple e inmediata, lo que te permitirá realizar los ajustes necesarios en el momento requerido.

Evaluación Inversa: Una Estrategia para Ajustar Metas

Al evaluar tus metas, es útil hacerlo en orden inverso: comenzando con los resultados y retrocediendo hacia los objetivos. Este enfoque te permite identificar con precisión dónde se encuentra el problema y cómo solucionarlo.

  1. Resultados: Si los resultados son efectivos, considera aumentar la meta o aspirar a un objetivo más ambicioso.

  2. Ejecución: Si los resultados son ineficientes, evalúa si las acciones necesarias se están llevando a cabo o no.

  3. Objetivos: Si la ejecución es adecuada pero los resultados siguen siendo ineficientes, ajusta los objetivos. Esto puede implicar cambios en la forma, intensidad, frecuencia u otras variables de las acciones realizadas.

Este proceso iterativo asegura que tus esfuerzos estén alineados con tus metas finales y facilita la optimización constante de tu estrategia.

Realizando los ajustes requeridos

Los objetivos (acciones a desarrollar) se irán ajustando en base a la ejecución (se hace o no se hace) y a los resultados obtenidos (resultados efectivos o ineficientes).

Ante la evaluación de los resultados obtenidos, tendrás 2 opciones

  1. Se cumplen
  2. No se cumplen

Ejemplo:

  • Objetivo: Ofrecer mis productos a cada persona que llega al negocio
  • Ejecución: Sí se hace
  • Resultado: No compran (ineficiente)
  • Ajuste: cambio la forma de ofrecer mi producto (comunicación)
 
En el ejemplo anterior, vemos que el problema no está en el objetivo (ofrecer el producto), sino en la efectividad de la ejecución (no es efectiva, no logra el resultado).

Así que en lugar de cambiar el objetivo, se debe de ajustar la forma de ejecutarlo. Los cambios usualmente se realizarán en la ejecución, rara vez en el objetivo, aunque también podría estar ahí la solución, lo más importante es que tengas claro todo el proceso, para que así puedas revisar dónde hay oportunidad de mejora.
 

Veo a muchos de mis clientes atascados en 2 escenarios:

  1. No ejecutan
  2. Ejecución deficiente 
 

Entonces cambian de estrategia constantemente, conservando el mismo error independientemente de la estrategia a utilizar. 

Ejemplo:
  • Estrategia: tenemos vendedores (ineficientes en su ejecución)
  • Solución: cambiamos a los vendedores (al no tener un plan de ejecución el resultado es el mismo, ejecución ineficiente) 
 
Y aunque parezca asombroso, muchas veces, el problema es que no hay ejecución, no se realiza ninguna acción para lograr el objetivo, solo se sientan a esperar, a que los resultados se den por suerte o por magia.

Conclusión

Plantear metas efectivas no se trata solo de definir un resultado final, sino de diseñar un plan accionable con objetivos claros, ejecutables y medibles. Al seguir esta estructura, podrás evaluar tus avances y ajustar tus acciones para alcanzar cualquier meta, en 2025 y en el futuro.

Empieza hoy mismo: define tu meta, establece objetivos claros, realiza los ajustes requeridos y trabaja cada día para lograrlos. 

¡El éxito está en el proceso!

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